23 de mayo: San Juan Bautista de Rossi

Caridad hacia los pobres y anuncio del Evangelio

Visitaba a los enfermos en los hospitales romanos, se ocupaba de un albergue nocturno para los necesitados y se dedicaba a escuchar a los penitentes que llenaban su confesionario. Es Juan Bautista de Rossi, nacido el 22 de febrero de 1698 en Voltaggio (Génova). A la edad de unos trece años, se trasladó a Roma con un primo sacerdote, canónigo en Santa María en Cosmedin, para estudiar letras y filosofía en el Colegio Romano.

Cuando maduró en él el deseo de hacerse sacerdote, en 1714, se entregó con mayor empeño al estudio, intensificó la oración y se puso al servicio de los estudiantes. En ese período, comenzó a manifestarse en él la epilepsia. El 8 de marzo de 1721 recibió la ordenación sacerdotal y celebró su primera Misa en la tumba de San Luis Gonzaga, en la iglesia de San Ignacio de Loyola.

Entró en contacto con el hospicio de Santa Galla, que había sido abierto, posiblemente en 1654, como albergue nocturno para pobres, campesinos y forasteros necesitados. En la iglesia contigua, Juan Bautista fundó la Pía Unión de Sacerdotes Seculares de Santa Galla. Junto a este hospicio, abrió otro destinado a mujeres y jóvenes sin hogar, colocándolo bajo la protección de San Luis Gonzaga.

En 1731 fue nombrado capellán en Santa María en Cosmedin, donde largas filas de penitentes acudían a su confesionario. Cuando sucedió a su primo como canónigo, donó sus rentas en limosnas y para dotar a la iglesia de un órgano y un organista. Para sí mismo no retenía nada, llevando una vida marcada por la extrema pobreza, habitando en un desván. Jamás dejó de ejercer la caridad con los enfermos ni de rezar por la formación del clero.

Falleció el 23 de mayo de 1764 y fue beatificado por Pío IX, quien había sido presidente de la Pía Unión de Sacerdotes Seculares de Santa Galla. Fue canonizado el 8 de diciembre de 1881 por León XIII, y está sepultado en la iglesia de la Santísima Trinidad de los Peregrinos, en Roma.