5 de junio – San Bonifacio, Obispo y mártir

El Apóstol de los germanos
Conocido como el Apóstol de los germanos, está considerado uno de los misioneros anglosajones más importantes, y quien llevó de forma estable el cristianismo a las tierras germánicas.
Nació hacia el año 673 en el condado de Wessex, en Inglaterra, con el nombre de Winfrid (o Winfried), y entró en el monasterio benedictino de Nursling, cerca de la actual Southampton. En el año 716 decidió emprender la misión evangelizadora en el continente, comenzando por los frisones, aunque sin éxito. Por ello, en 719 se dirigió a Roma para solicitar el apoyo del Papa. Gregorio II no solo le confirió el encargo oficial de evangelizar los territorios francos, sino que además le dio un nuevo nombre: Bonifacio, que significa “el que trae un buen destino”.
Logró reorganizar la Iglesia en la zona oriental del Imperio franco. Fundó varios monasterios, entre ellos el de Fulda, que se convirtió en un importante centro espiritual y cultural. A él se deben también la fundación o la reforma de las diócesis de Salzburgo, Frisinga, Passau, Ratisbona, Wurzburgo, Eichstätt y Erfurt. Fue nombrado obispo de Maguncia y, posteriormente, asumió también funciones como legado pontificio para Alemania.
Uno de los episodios más célebres de su apostolado fue la tala del roble sagrado dedicado al dios Donar, en las proximidades de Fritzlar. Con este gesto —que no tuvo consecuencias inmediatas— demostró simbólicamente la impotencia de los dioses paganos, causando gran asombro entre la población.
A la edad de unos ochenta años, Bonifacio emprendió una última misión en Frisia, donde años antes no había tenido éxito. Fue asesinado el 5 de junio del año 754 (o, según algunas fuentes, en 755), cerca de Dokkum, mientras se encontraba acompañado por sus compañeros. Está sepultado en Fulda, en el monasterio que él mismo fundó.